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  Ectopia Juan Martín Prada  «Anomalías» de situación   Proponer ciertas anomalías de situación ha sido una de las estrategias más habituales en el arte contemporáneo. Trasladar, introducir o hacer que algo se produzca o acontezca fuera de su lugar propio son actuaciones que podríamos considerar básicas en el establecimiento de nuevas relaciones entre lo artístico y lo extraartístico, y sobre las que siguen pivotando, en buena medida, las posibilidades de desarrollo del arte. Una primera línea de este tipo de estrategias, la más sencilla, ha consistido en crear situaciones o insertar objetos no artísticos en contextos artísticos. Esto es algo que vemos practicado desde los primeros ready-mades (ubicar un urinario en una sala de exposición, por ejemplo) hasta muchas de las propuestas de tipo relacional (pensemos, por ejemplo, en las instalaciones de Bijl de tiendas de lámparas, electrodomésticos o colchones en espacios expositivos). Estrategias de recolocación que fueron tambié

Sobre el arte «post-Internet»

Martín Prada, Juan, "Sobre el arte post-Internet", en Revista Aureus , núm. 3, Universidad de Guanajuato, junio, 2017   Desde los primeros años del nuevo siglo hemos ido viendo que, junto a la exploración de Internet como medio específico para la creación artística, empezaban a proliferar una serie de indagaciones creativas acerca del impacto que la red estaba teniendo en nuestras sociedades, pero que tomaban forma no en obras de net art sino en otras configuraciones de muy diverso tipo: construcciones objetuales, vídeos, instalaciones, etc. Se trataba de la emergencia de una serie de vías creativas que comenzaban a tematizar los efectos de la expansión del uso de la red y sus tecnologías, pero haciéndolo mediante manifestaciones plásticas ajenas al estado de conexión que es propio de las obras del Internet art . Una situación que evidenciaba que éste estaba perdiendo, poco a poco, la exclusividad que en los noventa tuvo como práctica artística «analizadora» de la red, de su

Notas sobre el error...

Todos lo sabemos, un pequeño error puede arruinarnos la vida si este se produce en el momento más inoportuno. Pocos no han sentido en alguna ocasión ese vértigo de lo que podría haber llegado a pasar si ese error se hubiera producido en otro momento, en otro lugar, o con otra persona. Existen ocasiones perfectas en las que un mínimo fallo tiene las más terribles consecuencias. La kairología del error es tremendamente compleja y revela su naturaleza cruel y traicionera. A veces, las mayores fatalidades son la concatenación de pequeños errores, por lo general inadvertidos (el paradigma de ello serían los terribles accidentes de aviación, de los que se suele decir que son resultado de una «cadena de fallos humanos y técnicos que desembocan en tragedia»). Pero no debiera pasarnos desapercibido algo fundamental: con frecuencia, los errores decisivos se producen después de largas reflexiones. No siempre son errores involuntarios. Y puede que, en el fondo, vivir consista, en gran medi

Hablar de arte, hoy

Probablemente, no sería estéril el identificar metafóricamente la obra de arte con un nudo realizado con una o varias cuerdas, con un trabajo sobre un material en el que se genera una tensión y con una forma que ejerce cierta resistencia . Muchos nudos se aprietan cuanto más se tira de cualquiera de los cabos que los conforman, cuando, frente a un acto de intentar desenredarlos, se les somete a un ejercicio de fuerza , al que sólo pueden responder apretándose, cerrándose sobre sí mismos. Si aceptamos el símil, el ejercicio de la crítica de arte no podría ser tanto el de «descifrar» la obra, sino el de «desenredarla». De igual manera, no podría predominar en el ejercicio crítico el esfuerzo por la explicación o por la mera traducción de la obra a palabras, entendida como su cierre interpretativo, como desciframiento de sus «secretos». Desenredar, por el contrario, es evidenciar sus tensiones; deshacerlas es también recorrer los modos de darse esas fuerzas, porque un nudo es también un